¡Por fin, se acabó la mufa! Huracán logró cortar una maléfica seguidilla de 15 encuentros sin alegrías como visitante (4 PE y 11 PP). El último triunfo fuera de casa había sido 1-0 ante San Lorenzo, en la Bombonera, con gol de Paolo Goltz. Además, ese partido más el siguiente frente a Arsenal (3-0), fue la última vez que el Globo se quedó con los tres puntos en fechas consecutivas. Ahora se viene el Colón del Turco...
R. Central: Galíndez; Chitzoff (Rivero), Burdisso, Valentini, S. García; Canelón (Zárate), Ballini, G. Núñez; J. Gómez; Zelaya (De León) y Caraglio. DT: Ariel Cuffaro Russo.
Suplentes: Bava, Ambrosi, Boggino y Gurrieri.
Amonetados: G. Núñez y Caraglio.
Huracán: Monzón; Filippetto, Goltz, E. Domínguez, D. Rodríguez; Machín (L. Díaz), Esmerado, A. Peralta (L. F. Nieto); Toranzo; Clara (Benegas) y Balvorín. DT: Héctor Rivoira.
Suplentes: Calviño, G. García, Villán y Laurito.
Amonestados: Filippetto y A. Peralta.
Árbitro: Gabriel Favale.
Rosario siempre estuvo cerca… Y al Globo, el Canalla en el Gigante de Arroyito, le viene siendo una buena parada en los últimos años, ya que desde el 14 de febrero de 2001 que, en su tierra, el team rosarino no le gana al de Parque Patricios. Sin embargo, al equipo del Chulo Rivoira no le fue fácil y debió esperar hasta el minuto 34 del complemento para poder abrir el marcador.
Huracán arrancó bien. Teniendo la pelota y buscando abrir rápidamente el marcador: un remate de Toranzo que controló Galíndez, sendos disparos del Kily Peralta y Gino Clara que se fueron desviados, una arremetida de Balvorín que Valentini mandó al córner y una chilena fallida del tucumano. Por su parte, Central apretó un poco en la etapa inicial, pero la falta de puntería, el palo y un par de buenas intervenciones de Monzón desactivaron cualquier sonido de alarma.
Con el correr de los minutos, el pleito cayó en un pozo y se tornó trabado, con muchas imprecisiones por partes de los dos. Pero a pedir de boca de la visita, que pensó en mantener el cero en el arco propio, jugar con impaciencia y desesperación de un equipo que necesita imperiosamente sumar de tres y aguardó el momento indicado para dar la estocada.
Así llegó el minuto 34 del complemento, fatal para el local: luego de un lateral, Diego Rodríguez se la picó a Peralta, quien se acomodó y sorprendió a todos con un zurdazo que pasó por arriba de Galíndez, bajó y se clavó en el ángulo. Con el 0-1, los de Cuffaro Russo intentaron reaccionar, pero ya era tarde.
Encima, Luciano Federico Nieto puso un gran pase para que Leandro Díaz quedara mano a mano con el arquero. El ex Boca asistió a Leandro Benegas, quien había ingresado cinco minutos antes, para que anotara su primer tanto en Primera y sentenciara la historia para los de Rivoira que por fin tuvieron, fuera del Ducó, su grito de corazón.